Escribir en comunidad: por qué sanar juntas es poderoso
Después de años escribiendo en soledad, descubrí lo que cambia cuando lo hacemos en comunidad.
No sé tú, pero yo tengo un cliché en mi cabeza, una imagen romántica de la vida con respecto al “ser escritora”: dedicarme únicamente a escribir, en una casa cómoda en una habitación propia, estudio y biblioteca, que tenga un ventanal donde entre el sol y pueda ver un paisaje hermoso (bosque o playa), haya silencio y en solitario pueda crear sin preocuparme por el dinero.
¡Preciosa la imagen, la realidad es otra!
No quiero ser aguafiestas, quiero creer que en algún momento de la vida voy a vivir, aunque sea un tiempo, en ese cliché de escritora solitaria, bendecida y fabulosa. Quiero saborearlo, disfrutarlo, agradecerlo y después cansarme de lo mismo, cambiar de escritorio o de forma de escribir.
Porque si nada cambia, no hay movimiento, sin movimiento no hay vida.
Actualmente tengo mi escritorio a lado de la ventana con un librero atrás, en mi propio estudio, ¡ahí voy! Pero en esta imagen y la de la romántica escritora, me falta algo, que poco a poco he ido descubriendo: comunidad.
Y que reforcé en la reunión de substackeros en CDMX, de la que salí inspirada pensando en este texto.
“La fortaleza de nuestra especie reside en socializar y estar bien arropado” explicó en el 2022 María Martinón-Torres, médica y paleoantropóloga. Que hace referencia a que nuestra evolución radica en la comunidad, en la socialización y en la comunicación.
Para el humano, el ser social es fundamental y el sentido de pertenencia es esencial para nuestro bienestar psicológico, es una necesidad. Por eso, muchos estamos en búsqueda de relaciones –más sanas– y de espacios seguros.
Yo antes pensaba que genuinamente a mí no me importaba lo social y que no me afectaba estar encerrada por días sin hablar con alguien. Hasta que, por múltiples cosas, me hice consciente que por más introvertida que pueda ser, es una necesidad hablar, relacionarme y vivir experiencias con otras personas. A mí me ayuda en muchos sentidos y hablando de escritura me ayuda a crear.
Yo sé que tú y yo tenemos esta idea preconcebida de que las escritoras y los escritores son solitarios, pero no necesariamente.
Estoy de acuerdo con Hemingway en que la soledad es una condición inherente –yo le agrego poderosa– de la experiencia humana y, de la experiencia de escribir. Desde la soledad se narra, es importante hasta cierto grado el aislamiento y la introspección que esto genera. Pero también, como expresaba Hemingway es importante la conexión humana y la celebración de comunidades de escritores.
Queremos ser como Emily Dickinson y Franz Kafka y encajar en ese mito del escritor solitario, pero también a la par podemos ser Audre Lorde, Toni Morrison y Alice Walker en los setenta en The Sisterhood o Richard Wright, Frank Marshall Davis, Arna Bontemps y Margaret Walker en las décadas de 1930 y 1940 en el grupo The South-Side.
Pousa, V., Pereda, M. y Paniagua, I. (2020) exponen que espacios de escritura grupal generan identidad compartida, empoderamiento y recuperación emocional.
Tengo doce años dando talleres, cuatro dando talleres de escritura terapéutica presencial y online, dentro de todo lo que implica mi trabajo, los grupos me fascinan, porque veo el poder de escuchar al otro, de cómo resuenan experiencias, emociones y letras, cómo dejamos de sentirnos solas y solos.
Escribir en comunidad es mucho más que creatividad, puede convertirse en un sostén, sanación y pertenencia. Se vuelve una necesidad que alimenta nuestra escritura y nuestro bienestar.
Por ello una de mis labores, es crear espacios seguros, en donde se cultive la compasión y resuene la humanidad compartida. Yo también busco esos espacios en mi vida cotidiana para resistir.
Todo esto que te escribo es genuino, pero tiene doble fin…
Contarte, muy emocionada, que creé el Club “Escribir para sanar” –ahora como suscripción de paga–, un espacio íntimo y terapéutico donde podemos escribir en comunidad.
Al suscribirte, no solo apoyas este proyecto independiente: también formas parte de un círculo online en vivo de escritura terapéutica que sucede una vez al mes (los sábados a las 10 am hora CDMX / 6 pm hora España). Las sesiones son por Zoom y quedan grabadas.
Además, accedes a dos textos exclusivos al mes sobre escritura terapéutica o temas psicológicos, y a un chat exclusivo con ejercicios y acompañamiento. Puedes unirte mes a mes por $250 MXN (Aprox. 14 USA o 12 Euros) o ahorrar con la suscripción anual.
El club comienza en agosto de este año y las inscripciones abren el 1º de agosto. Te voy a estar contando más en próximos textos y notas, ojalá seas parte.
Más allá de una suscripción, esto es una invitación a encontrar tu comunidad en un espacio seguro y guiada por mí, una psicóloga y psicoterapeuta certificada.
Una invitación a escribir acompañadas. A sanar con palabras y en comunidad.
Sí, escribir puede ser una acto solitario, pero no necesariamente doloroso. No somos únicamente escritoras/es, somos humanos que necesitamos del otro, necesitamos sentir, experimentar, dialogar, escuchar, vivir en sí para darle cabida a lo que queremos contar. El otro, la otra, siempre puede ser una fuente de inspiración.
No olvidemos que escribir en comunidad también es resistir, crear y reconstruirnos.
Con amor: Paloma
Te invito a escribirte y si te sientes en confianza puedes enviarme tu escrito palomapalacios@kathartiko.com, yo te leo con muchas ganas. No olvides dejar tu comentario y contarme tu experiencia escribiendo en comunidad.